15 enero 2009

¡VIVA LA LIPOTIMIA!
Nunca faltan los hijos de puta y en este país sobran. Si alguien soñó alguna vez con que los gorilas desaparecieran, que se despierte. Pueden no mostrarse pero eso es sólo si se escondieron para despiojarse y asicalarse los pelos...
En estos días he visto varias personas especulando acerca de la salud de la presidenta y de la veracidad o falsedad de los comunicados oficiales. Desde los típicos maledicentes que acusan al gobierno de mentir en toda comunicación pública, hasta los aún peores pseudo-suspicaces que especulaban con cirugías estéticas, etc. Mas allá de cuan cierto es lo que la presidenta y sus allegados han comunicado públicamente, la verdad es que me alarma la ansiedad de algunos por salir a destilar maldad. Casi adivino las intenciones de algunos de salir a pintar: "¡VIVA EL CÁNCER!" o "¡VIVA LA LIPOTIMIA!" en este caso. Sobre todo el Grupo Clarín, que es el sponsor oficial del vicepresidente y doble traidor, el Ing. Julio Cobos, que no sabemos cómo hace para que salga todos los días en el matutino, a por lo menos media página, por cuestiones absolutamente intrascendentes. Y especialmente quiero referirme al Dr. Castro, empleado del o por el Grupo Clarín en TN, que parece hace algunas cosas indebidas. En primer lugar, yo no sé si el doctor ejerce o ha ejercido alguna vez y cuál sera su especialidad, pero me parece casi perverso que haga diagnósticos sin conocer o ver a los pacientes. No sólo ha destilado todo su gorilismo y misoginia en su reciente libro sobre los últimos días y la muerte de Eva, donde acusa prácticamente a Eva de enfermarse gravemente y de no dejarse tratar y morir a propósito para lograr poder y fama, sino que no satisfecho, proyecta toda esa mierda sobre la presidenta, en un esfuerzo por asimilar dos personas, dos mujeres que poco tienen en común ni nunca lo tendrán (excepto en haber sido primeras damas y morochas). Los comandos civiles parecen no descansar...


HIPOCRESÍA
Y siguiendo sobre el doble traidor sponsoreado por Clarín, quisiera que alguien me explique qué diferencia existe entre este nuevo santón del republicanismo-eso dicen los que saben ¿no?- y el Dr. Borocotó, que actuó de forma similar a la del ingeniero-vice. Porque más allá de lo que nadie quiera explicarme, no entiendo cómo al doctor se lo trató como a un tránsfuga-ni más ni menos que lo que se merecía por renacuajo político, no piensen que lo defiendo- y al vice-ingeniero se le alaba su ¿republicanismo? cuando no es ni más ni menos renacuajo y tránsfuga que el otro. Y a eso apunta el subtítulo susodicho. No se puede ser hipócrita de esa manera. Porque sólo los amorales que creen que el fin justifica los medios y su fin es el lucro, creen que se puede y se debe ser hipócrita sin siquiera inmutarse para lograr el fin. En cierta forma son tránsfugas morales y supongo que de allí su simpatía por el doble traidor.